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Jueves 9 de Octubre de 2014

Vale la pena

Vale la pena es el lema que todos los jóvenes del Liceo Rural Comunitario de Cerro Pelado lucen en su remera blanca. Es un lema que surge bajo la dirección del director Pedro Riera, allá por 1989.

Élida Diniz es la actual directora de este liceo que el miércoles 8 recibió a los jóvenes viajeros de Baltasar Brum, Eva Silva y Francisco Silveira, a su directora Nancy Elliot y a la profesora Mónica Sosa, para trabajar juntos en la presentación que harán en Okayama (Japón), en inglés. Pude ser parte de esta jornada como coordinadora de la Red de escuelas asociadas de la UNESCO.

Un mes atrás fueron los jóvenes del liceo de Cerro Pelado los que viajaron a Baltasar Brum con su docente Clara Berrutti para iniciar la colaboración del equipo que representará a Uruguay en el encuentro de la RedPEA sobre Educación para el Desarrollo Sustentable.

No es fácil llegar a Cerro Pelado, comunidad de unas 200 personas. Tanto de Rivera como de Vichadero diariamente sale un ómnibus a las 7:00 de la mañana lleno de jóvenes y “profes” que van al liceo. El viaje dura 1 hora y media, el retorno del mismo es a las 16:00. También hay algunos jóvenes que viven en la zona y otros que viven en el hogar del liceo. En el mismo predio funciona una escuela, totalmente integrada a la vida comunitaria.

Desde la mañana nos estaban esperando y lo primero que vimos fue una joven del liceo, vestida y maquillada como una geisha, que nos dio una bienvenida a la japonesa, mostrando que todo el liceo vive el viaje de estos jóvenes como propio. Todos trabajaron decorando las paredes con grullas y flores de origami, telas, abanicos y poemas tradicionales japoneses.

Los jóvenes tienen clases en una variedad de instalaciones construidas de material, un salón redondo con techo de quincho, un contenedor con aire acondicionado, un gran galpón multiuso y también al aire libre. Están trabajando para construir un nuevo salón con tablones de madera que recuperaron los propios jóvenes. Y pasan de uno a otro ambiente con la mayor naturalidad.

Las actividades fueron variadas y todas gratificantes. Desde conocer todos los proyectos que lleva adelante el liceo, guiados por Valentina Pintos y Sebastián Moraes –los jóvenes de Cerro Pelado que irán a Japón–, almorzar junto a todos los jóvenes del liceo –costumbre que practican a diario los docentes y la directora–, entrevista en la radio comunitaria “Chasque” del liceo con participación de los padres en todas estas instancias, con quienes compartimos su camino –lleno de emociones– para dejar volar a sus hijos, en sentido literal y figurado.

Este liceo respira comunidad. Comunidad educativa. Compromiso con los jóvenes. No hay que ir muy lejos para ver en marcha esa “utopía”, ante el desconocimiento de la ciudadanía. Como dice el lema del liceo, Vale la pena.


 HF / Comisión UNESCO

Vale la pena