Adquisiciones
¿Qué es el Archivo General de la Nación (AGN)?
Es la institución que guarda, para servir, información ciudadana, de la gente, que puede ser información histórica –podemos hablar de las cartas de Artigas- pero también tenemos información útil para la gente de hoy. Esa información pasa por todo lo referente a derechos humanos, tenemos documentos del Ministerio de Defensa Nacional, y de lo que era el Consejo del Niño, por ejemplo. Otra de las cosas que hacemos, mandatados por ley, es asesorar a las distintas oficinas que lo requieran en la gestión de los documentos. Estamos trabajando en eso con AGESIC y ahora con el Banco Central.
Es información de la gente en tanto información pública….
Es información pública y privada pero en este país tenemos dos leyes que son fundamentales: la ley de acceso a la información pública y ley de protección de datos personales, el AGN tiene que cumplir con ambas.
¿Qué tipo de documentos se encuentran en el AGN?
De muy variada naturaleza, documentos históricos y otros que están vigentes porque son testimonio para lo que sea. Tenemos el archivo de lo que era el Ministerio de Gobierno y el de Guerra y Marina. Además de archivos particulares como el de Sanguineteti-Canessa, Elsa Méndez ó Pivel Devoto. También contamos con la Colección del General Líber Seregni y legajos del personal de sanidad militar que fueron transferidos por el Ministerio de Defensa Nacional.
¿En qué formatos traen el material?
En papel principalmente.
¿Cómo están guardados?
Están organizados, clasificados y ordenados. Los documentos que tenemos del Ministerio de Defensa Nacional son rollos de microfilm muy antiguo y hubo que comprar una máquina para leerlos. Además, son muy vulnerables y necesitaban una cámara de conservación preventiva.
“En el Archivo Judicial hay unos 40 kilómetros de documentos”
¿Cuál es la diferencia entre el archivo histórico y el judicial del AGN?
En esta sede (Convención) tenemos documentos históricos y de información ciudadana, así lo reconoció la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). Luego, en el Archivo Judicial de la calle San Martín hay unos 40 kilómetros de documentos. Una vez que culmina el proceso y el juez termina la sentencia y le pone la firma pasan allí. Son la fuente del derecho de la gente. Una anécdota: hace cuestión de pocos años todo el mundo quería ser italiano, entonces tuvimos una avalancha de gente que buscaba a sus ancestros, cómo habían entrado y por dónde. Tenemos libros de entrada de los barcos de los años mil ocho treinta y pico hasta 1860. Eso es precioso porque está el nombre de la persona, el país de donde procede, el puerto donde subió, si tiene alguna persona de referencia a donde llega y en el momento en que lo hace. Eso colida, ya no con lo privado sino con lo íntimo, es muy tocante. Tiene que ver con el origen y la identidad.
Hay un acervo artiguista importante…
Sí. Además, nosotros publicamos el Archivo Artigas con todo lo relativo al prócer. En 1950 se creó por ley la Comisión Nacional del Archivo Artigas para la publicación de todos los documentos que tuvieran que ver con su figura. Empezó en el tomo 1 y estamos en el tomo 37, no hemos terminado. Las dos publicaciones finales las realizará quien venga atrás mío. Por otra parte, el Archivo también participa en la edición de Autores Clásicos Uruguayos que la gente valora mucho.
¿En qué consistió la realización del Censo Nacional de Archivos?
Se hizo por departamento en todas las ciudades que tienen más de 1.500 habitantes. Antes no se sabía lo que había. Esto sirve para que sepamos qué es lo que tenemos y dónde está.
¿Cuánto tiempo llevó hacerlo?
Uno tres años porque se hizo en todo el país. Ha sido producto de un proyecto con el Ministerio de Cultura de España que nos brindó apoyo económico.
¿Es importante para el AGN la cooperación con otros países?
Sí, hemos tenido mucho apoyo desde el exterior, Francia, España…También trabajamos con Australia en los principios y requisitos para los documentos electrónicos, porque la administración va camino a ser electrónica.
“(El Censo Nacional de Archivos) sirve para que sepamos qué es lo que tenemos y dónde está”
¿A cuántas personas se atendieron en 2012 y quiénes son los principales usuarios?
Mientras que atendimos 818 usuarios en el archivo histórico, en el judicial fueron 10.050. Allí son los abogados los principales usuarios. Hay documentos desde el siglo XIX. Están los primeros registros prediales, que documentan la propiedad de la tierra de los primeros pobladores. Con el Ministerio de Cultura español los estamos digitalizando para que no se estropeen.
¿Cómo es el relacionamiento con el ciudadano que llega hasta aquí?
Lo que quiero cuando entra una persona aquí es que se vaya con lo que necesita, que se sienta que fue atendida, tratada como debe ser por un servidor público, que es lo que somos. Los brasileños llaman a los funcionarios públicos “servidores”. Yo creo que es así, que me pagan para eso, para que dé un buen servicio porque sino ¿qué sentido tiene cualquier dependencia dentro del Estado sino es darle servicio al ciudadano? Aunque cambien los sistemas políticos, la administración siempre siente que está por encima del ciudadano y siempre lo atropella. Hay quienes saben cómo defenderse pero hay otros que no conocen aún su derecho al acceso de esa información. Mi política ha sido de atender a la gente de puertas abiertas.
¿Al inicio de su gestión había algún indicio de digitalización?
No y todavía estamos en el principio. Estamos digitalizando pero es algo muy costoso. Hasta el día de hoy no podemos decir que haya soportes estables que permanezcan en el tiempo. En Estados Unidos, por ejemplo, los documentos del Estado se hacen en papel libre de ácido que duran, muy probamente, 500 años. Soy partidaria de la digitalización porque eso le permite a la gente acceder a toda la información.
“Lo que quiero cuando entra una persona aquí es que se vaya con lo que necesita, que se sienta que fue atendida, tratada como debe ser por un servidor público, que es lo que somos”
Más de cien personas. Fue un progreso grande porque cuando entré había dos archivólogos y ahora tenemos doce. Además me encontré con esta casa patrimonial (la sede del AGN en la calle Convención) que estaba en estado comatoso. La hemos venido refaccionando con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Ahora, estamos construyendo una sala de actos que el Archivo no tenía. Pero mi gran desafío es dejar encaminado todo el edificio de la calle San Martín que es fuerte, estupendo, pero está bastante deteriorado. Quien me suceda hará una mejor gestión que yo porque va a encontrar la casa ordenada, cosa que yo no encontré.
¿De qué manera articula el AGN con otras áreas del MEC?
Es muy bueno que el ministro nos reúna una vez cada 15 días. Yo me relaciono inmediatamente con la Dirección Nacional de Derechos Humanos o si estoy en una línea de historia lo hago con el Museo Histórico Nacional. A partir de estas reuniones hemos articulados diferentes actividades con otras áreas. Entonces, es una buena trabazón.
¿Se imaginaba con esta responsabilidad?
No, pero cuando me lo propusieron pensé que en última instancia es lo mío, lo que vengo haciendo durante años. Mi primer invento fue el archivo general de la Universidad de la República, siempre trabajaba con el rector de turno y allí hice el calentamiento, digamos.
Zoom In
Escucho música. Soy pianista de Pan de Azúcar y me encanta la ópera alemana. Todos los años me voy diez días a Estados Unidos a ver la ópera. Además, me reúno muchos con amigos.
¿Le gusta leer?
Sí, leo mucho. En este momento estoy leyendo “La República Batllista”, de Gerardo Caetano, y unos diarios de John Rivers, en donde pinta muy bien a toda la sociedad norteamericana.
¿Mira televisión?
Sí, tengo un plasma a los pies de la cama que prendo cuando me acuesto. Suelo ver alguna película y noticias en TNU.
“Mi primer invento fue el archivo general de la Universidad de la República (…) allí hice el calentamiento”
¿Y la radio?
La escucho siempre. Soy del interior y la radio estaba prendida en mi casa desde la mañana a la noche.
¿Practica algún deporte?
Hice natación durante mucho tiempo y ahora la dejé, pero es una de las cosas que tengo para volver a hacer.
¿Le queda alguna otra cosa por hacer?
Sí, voy a retomar el alemán porque es un idioma que es precioso.
Historia reciente
Entre sus vastos archivos el AGN cuenta con documentos vinculados a la última dictadura militar proporcionados por el Ministerio de Defensa Nacional y en otros casos por particulares. Una cámara de frío a 14 grados de temperatura mantiene en buen estado los rollos de microfilm trasferidos a este organismo desde el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Amadas. Todos estos registros son de consulta permanente de la justicia y de la Comisión Especial de Reparación que estudia las solicitudes de reparación económica, sanitaria o moral presentadas por ciudadanos víctimas del terrorismo de Estado. Según cada caso, se trabaja coordinadamente con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Archivo Judicial para agilizar el procedimiento de búsqueda de la persona.
Producción: Comunicación_MEC
