Adquisiciones
Gobierno reglamentó la entrega de la “Medalla Delmira Agustini” por parte del MEC.
El Poder Ejecutivo reglamentó, a través de un decreto, la Ley N.º 19.050 pertinente a la entrega de la “Medalla Delmira Agustini” la cual es competencia del MEC. Esta distinción honorífica se entregará a ciudadanos naturales o legales, así como a personalidades extranjeras que hayan contribuido, de modo excepcional, con la cultura y las artes en sus diversas modalidades y que, a criterio del MEC, merezcan el reconocimiento.
La medalla a entregar lucirá en su anverso la imagen de la poeta Delmira Agustini grabada en bajorrelieve y rodeada con una decoración art-nouveau, típica de la época en cual vivió. En su reverso lucirá el texto “En reconocimiento a la contribución a la cultura y las artes. Ministerio de Educación y Cultura. República Oriental del Uruguay”. Esta tendrá un diámetro de 40 mm, un espesor de 3 mm y estará confeccionada en cobre, acuñada en su anverso y grabada en su reverso. También estará bañada de plata vieja, como terminación, y será presentada en estuche.
El texto del decreto establece que la entrega de este premio podrá realizarse en acto, tanto público como privado, no siendo necesario el cumplimiento de formalidad o solemnidad alguna. El MEC llevará un registro, por parte de la Dirección Nacional de Cultura en el cual se hará constar los nombres de quienes reciban la medalla.
Delmira Agustini
El nombre de la medalla se eligió en la figura de la poeta uruguaya Delmira Agustini (1886-1914). Ella formó parte de la Generación del 1900, junto a Julio Herrera y Reissig, Leopoldo Lugones, Rubén Darío y Horacio Quiroga.
Se trata de una de las voces más sinceras y brillantes de la lírica hispanoamericana y el reconocimiento de su figura es reflejado en la ineludible referencia en los registros, diccionarios y antologías a nivel mundial.
Delmira Agustini junto con María Eugenia Vaz Ferreira abrieron las puertas a la poesía femenina del siglo XX en el continente americano, ignorando las barreras existentes en la época, narrando sus sentimientos como tales y logrando lo imposible: la igualdad de género sin competir con el sexo opuesto.
Fuente: Presidencia de la República
