Presentamos a continuación la nota de respuesta del Presidente del Plan Ceibal, Ing. Miguel Brechner a una nota y Editorial de El Observador sobre equipamiento tecnológico de las escuelas; publicado en Diario El Observador el pasado 8 de octubre.
Una suma de errores
Consultar las fuentes
El 23 de setiembre un artículo de El Observador hace una dura crítica al sistema educativo uruguayo, basándose en un informe del BID. El artículo habla sobre las brechas en equipamiento e infraestructura entre las escuelas públicas y privadas en Uruguay, es muy crítica con las autoridades y se explaya sobre el aumento de presupuesto de la educación.
Sobre el final del artículo, el periodista dice: "El organismo determinó que los institutos privados uruguayos de sexto año con salón de informática son el 87,9%, mientras que para esa categoría en los públicos representan el 28,3%".
Desde el Plan Ceibal, trabajamos con el BID hace muchos años, y me consta que las propuestas de salas de informática ya no están en las agendas del organismo. La reciente publicación del BID mencionada era en realidad un trabajo publicado en mayo de 2011 por la institución.
Al hacer un poco más de investigación sobre el mismo, me encuentro que la página del BID dice que el estudio "se basó en datos del Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE), realizado en el 2006".
Como si el artículo del 23 de setiembre fuera poco, el día 25 de setiembre el editorial de El Observador se llama "Escuelas reprobadas en tecnología" y, entre otras cosas, el editorialista vuelve a hablar sobre las diferencias y dice: "Esta diferencia es particularmente preocupante porque indica que el impacto del Plan Ceibal, una iniciativa loable de la administración Vázquez, no ha logrado acercar a los alumnos de las escuelas públicas a los niveles de formación informática que existen en las privadas".
La pregunta que surge es: ¿el periodista examinó las fuentes para escribir el artículo? ¿Cómo es posible que se escriba un artículo en 2012 sobre datos de 2006? ¿No le llamó la atención que el artículo solo se refiriera a salas de informática y no hiciera ninguna mención a las experiencias 1 a 1 en computación? Modalidad en la que distintos países de Latinoamérica han incursionado en el último tiempo, y para la que el Plan Ceibal pone a Uruguay en ventaja. Permitiendo el seguimiento individualizado de los avances del estudiante.
Luego, cabe preguntarse si el editorialista se basó solo en el artículo de su periodista para escribir la opinión del periódico y para sugerir desde allí lo que hacer a las autoridades de la enseñanza. Con un poco de investigación periodística, El Observador podría haberse enterado que hoy en día, a través del Plan Ceibal, hay aproximadamente 570.000 computadoras en manos de estudiantes y docentes, y que el 99% de esos estudiantes tiene internet en su recinto educativo, ya sea este Primaria, UTU o Secundaria. También se podría haber enterado que la plataforma de evaluación en línea es única en la región, y que este año se hicieron 500.000 pruebas para alumnos de 3º a 6º de primaria. Esta evaluación fue hecha tanto por la educación pública (80% del total de alumnos) como por la educación privada (60%).
También se podría haber enterado que las salas de informática se están sustituyendo por salas de tecnología digital y que los liceos, UTU y escuelas de tiempo completo o extendido del país han recibido kits de robótica y que aprenden a programarlos y a construirlos.
El despliegue tecnológico hacia la educación pública de Uruguay en los últimos cinco años ha sido destacado en la región por los organismos multilaterales así como por gobiernos de todos los continentes. Es posible que cueste entender que estamos progresando, que hemos hecho un avance más que significativo en equidad y en aprendizajes. Y que privilegios como tener una computadora e internet en 2006
se han convertido hoy en un derecho.
Una de las cosas más importantes que debemos enseñar a los jóvenes en su relación con internet, es a poder entender lo que leen y a analizar si lo que leen tiene sentido.
Por suerte eso es válido para todos nosotros, incluidos los periodistas y los editorialistas.
Miguel Brechner
Fuente: El Observador. Publicado el 8 de octubre de 2012.