3 de junio al 4 de octubre
Esta colección de hojas secas es retrato y voz de una naturaleza que reclama su lugar perdido en un balneario devenido en ciudad. Las especies que la integran suelen ser catalogadas como invasoras, yuyos, o malezas. Prefiero entenderlas como parte de un escuadrón de avanzada que con sus hojas y flores pretenden volver por lo que es suyo. Plantas que se revelan para rebelarse, tercas y porfiadas, insistentes en el acto de nacer para combatir al polvo, la aridez y el pavimento.
25 años atrás, un grupo de balnearios fue nombrado como “Ciudad de la Costa”. Territorio en el que hasta hace poco tiempo abundaban montes, lagos cristalinos y dunas interminables. Soy parte de ese entorno y fui testigo directo de sus mutaciones, producto de lo que fue considerado el crecimiento demográfico más grande de Latino América (en los años noventa, la población de la Ciudad de la Costa creció en un 93%, convirtiéndose en la ciudad de mayor desarrollo demográfico de América Latina. Ref: Focalización sociodemográfica y económica de las zonas costeras. Juan José Calvo / Carmen Varela).
Acceder al catálogo de la exposición
Hoy, mientras la ciudad genérica avanza y la desforestación se agudiza, las “malezas” encuentran espacios para relucir sus brotes, como si se tratase de un acto heroico de resistencia.
¿Baldío en flor o área infectada (término utilizado en la campaña de control de la “Margarita de Piria” / MGAP)?Tanto las imágenes como los soportes fotográficos (el proceso fotográfico utilizado se funda en la reacción de la clorofila, sin la utilización de tintas ni químicos adicionales) que integran este proyecto son especies que crecen naturalmente en la zona. Plantas habitadas por dualidades, en las que conviven la belleza sutil y la potencia para rajar.